Las regulaciones de la OMI para el transporte marítimo brindan un enfoque tangible para que los innovadores y tecnólogos desarrollen soluciones técnicas innovadoras y revolucionarias. En respuesta a las regulaciones de la OMI, las nuevas tecnologías han traído cambios beneficiosos significativos en la forma en que se diseñan, construyen y operan los buques, contribuyendo a una cadena de suministro global más interconectada y eficiente.
La inversión, el crecimiento y la mejora en los sectores
marítimo y portuario son indicios claros de que un país o una región está
disfrutando del éxito en el presente y planeando tener más éxito en el futuro.
Promoviendo el comercio marítimo, fomentando las líneas
navieras nacionales y promoviendo la navegación marítima como carrera;
mejorando la infraestructura y eficiencia portuaria; desarrollando y
fortaleciendo enlaces intermodales y conexiones con el interior; Al gestionar y
proteger la pesca, explorar la producción de energía marina e incluso fomentar
el turismo, la actividad marítima puede impulsar y apoyar una economía nacional
en crecimiento.
Un mejor desarrollo económico, respaldado por un desarrollo
marítimo sostenible y respaldado por una buena seguridad marítima, apoya la
Agenda de Desarrollo Post-2015 y complementa las iniciativas de las Naciones
Unidas al abordar algunos de los factores que conducen a la inestabilidad, la
inseguridad y la migración mixta incontrolada.